Canción otoñal
Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas,
pero mi senda se pierde
en el alma de la niebla.
La luz me troncha las alas
y el dolor de mi tristeza
va mojando los recuerdos
en la fuente de la idea.
Todas las rosas son blancas,
tan blancas como mi pena,
y no son las rosas blancas,
que ha nevado sobre ellas.
Antes tuvieron el iris.
También sobre el alma nieva.
La nieve del alma tiene
copos de besos y escenas
que se hundieron en la sombra
o en la luz del que las piensa.
La nieve cae de las rosas,
pero la del alma queda,
y la garra de los años
hace un sudario con ellas.
¿Se deshelará la nieve
cuando la muerte nos lleva?
¿O después habrá otra nieve
y otras rosas más perfectas?
¿Será la paz con nosotros
como Cristo nos enseña?
¿O nunca será posible
la solución del problema?
¿Y si el amor nos engaña?
¿Quién la vida nos alienta
si el crepúsculo nos hunde
en la verdadera ciencia
del Bien que quizá no exista,
y del Mal que late cerca?
¿Si la esperanza se apaga
y la Babel se comienza,
qué antorcha iluminará
los caminos en la Tierra?
¿Si el azul es un ensueño,
qué será de la inocencia?
¿Qué será del corazón
si el Amor no tiene flechas?
¿Y si la muerte es la muerte,
qué será de los poetas
y de las cosas dormidas
que ya nadie las recuerda?
¡Oh sol de las esperanzas!
¡Agua clara! ¡Luna nueva!
¡Corazones de los niños!
¡Almas rudas de las piedras!
Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas
y todas las rosas son
tan blancas como mi pena.
La casa de Federico García Lorca
"Este concepto del arte por el arte es una cosa que sería cruel si no fuera, afortunadamente, cursi. Ningún hombre verdadero cree ya en esta zarandaja del arte puro. En este momento dramático del mundo, el artista debe llorar y reír con su pueblo. Hay que dejar el ramo de azucenas y meterse en el fango hasta la cintura para ayudar a los que buscan las azucenas. Particularmente, yo tengo un ansia verdadera por comunicarme con los demás. Por eso llamé a las puertas del teatro y el teatro consagró toda mi sensibilidad.
[...]
Yo soy español integral, y me sería imposible vivir fuera de mis límites geográficos; odio al que es español por ser español nada más. Yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista abstracta por el solo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos. El chino bueno está más cerca de mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la médula; pero antes que esto soy hombre de mundo y hermano de todos. Desde luego, no creo en la frontera política.
[...]
¿Qué poetas te gustan más de la actualidad española?
Hay dos maestros: Antonio Machado y Juan Ramón Ramón Jiménez. El primero, en un plano puro de sinceridad y perfección poética; poeta humano y celeste, evadido ya de toda lucha, dueño absoluto de su prodigioso mundo interior. El segundo, gran poeta,turbado por una terrible exaltación de su yo, lacerado por la realidad que lo circunda, increíblemente mordido por cosas insignificantes, con los oídos puestos en el mundo, verdadero enemigo de su maravillosa y única alma de poeta."
Fragmentos de La última entrevista a García Lorca (1936)
"Yo ataco violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales. Bien está que todos los hombres coman... Pero que todos los hombres sepan. Que gocen de todos los frutos del espíritu humano, porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio del Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social. Yo tengo más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriénto puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía.
[...]
Eso parece, pero el artista, y particularmente el poeta, es siempre anarquista, sin que sepa escuchar otras voces que las que afluyen dentro de sí mismo; tres fuertes voces: la voz de la muerte, con todos sus presagios; la voz del amor y la voz del arte.
[...]
Nunca me satisfacen los éxitos. Suelen ser casi siempre halagos momentáneos de la suerte, que pueden obedecer a motivos extraños al valor intrínseco de la obra dada. Muchos hombres gloriosos que dejaron grandes obras para la Humanidad no conocieron durante sus vidas las lisonjas del éxito; en cambio, abundan los personajes que pasaron y pasan por este mundo saltando y bailando entre fiestas de éxitos y cuyas obras bajan a la tumba y al olvido junto con ellos, o antes, tal vez. Yo preferiría, créame usted, pertenecer a la categoría de los primeros."
Fragmentos de Entrevista a Federico García Lorca
Las influencias árabes en la obra de Lorca. Este documento analiza la influencia de la poesía andalusí y, especialmente, la poesía oriental en la obra de Lorca. El ejemplo más representativo es el Diván del Tamarit, que contiene un grupo de poemas que comienzan por la palabra árabe “gacelas” o “casidas”. En el presente artículo se muestra la similitud entre la poesía de Lorca, en su obra Romancero gitano, y la muwaššaha andalusí. La investigación se centra en los fenómenos árabes que influyeron en Lorca, tales como la brevedad del verso, el folklore, el miedo a la muerte, la doble visión sobre la sexualidad y otros fenómenos que, sin lugar a dudas, tienen su origen en la poesía andalusí y oriental.
Retrato
Lorca, el pianista
En 1931, Federico (al piano) graba junto a Encarnación López La Argentinita (voz) cinco discos gramofónicos de pizarra de 25 cm. y 78 revoluciones por minuto que contenían una canción en cada cara, lo que da un total de estas diez: Zorongo gitano, Los cuatro muleros, Anda Jaleo, En el Café de Chinitas, Las tres hojas, Los mozos de Monleón, Los Pelegrinitos, Nana de Sevilla, Sevillanas del siglo XVIII y Las morillas de Jaén.
Que significa me troncha las alas
ResponderEliminarPerdón el retraso: "tronchar"; literalmente "partir o romper con violencia cualquier cosa de forma parecida a la de un tronco o tallo".
ResponderEliminarEn este caso, literalmente sería "cortar las alas", metafóricamente, se puede entender bastante parecido al juego de palabras propiamente dicho de cortar las alas, en el sentido de evitar que alguien progrese, hacerle renegar de sus sueños o sus esperanzas.