sábado, 31 de diciembre de 2016
Álvaro Sarró atravesando el test de Proust (II)
Despido el año de la mano de un amigo. Si es la segunda parte es porque hubo primera. Después de ésta, tuve la oportunidad de volver a Madrid con motivo de un estreno mundial: Cánticos, un cortometraje en los que el susodicho participa como guionista y director.
Laura, compañera del susodicho y compañera a su vez de Janis, me acogió de una manera terriblemente amable en su casa y pude disfrutar con mayor énfasis de las céntricas comodidades de la capital. Tuve la fortuna de asistir a un encuentro de fútbol de chavales a los que dirige el susodicho con mayor o menor éxito deportivo y compartir una buena mañana de Rastro. También tuvo lugar una entrevista que espero tarde años en ver la luz...
Volviendo al tema. Tenía prevista una entrevista sesuda, profunda, intelectual y reveladora. Pero a nuestro protagonista hay que sacarle las palabras con sacacorchos. Uno, que es muy crítico y resabido las más veces, está tratando de ampliar el sentido público de la obra del susodicho. Me explico. Hace poco leí que escribir es una lucha constante contra uno mismo, y por lo tanto, sólo se puede perder. Esto es cierto. Pero de nada sirve desprestigiar o sepultar o incinerar el valor de los intentos. Escribir mierda forma parte del oficio de escritor. Y difícilmente se escribe algo que no merezca tal valoración por parte de su autor, y así debe ser para seguir creciendo. Me atrevo a añadir que pensar lo contrario es un error. Pero hostias, también habrá que echarse alguna florecilla, aunque sólo sea por descansar, descargar el tic tac constante de la autocrítica, exponerse plácidamente.
Dicho esto, ahí va el experimento; test en este caso:
1. ¿Principal rasgo de tu carácter?
La cobardía.
2. ¿Qué cualidad aprecias más en un hombre?
La bondad.
3. ¿Y en una mujer?
La bondad.
4. ¿Qué esperas de tus amigos?
Que me hagan saber cómo son en realidad (y que me hagan sonreír).
5. ¿Tu principal defecto?
Amargar a mis semejantes.
6. ¿Tu ocupación favorita?
Dormir.
7. ¿Tu ideal de felicidad?
Ver pasar las nubes tumbado en la ladera de una montaña.
8. ¿Cuál sería tu mayor desgracia?
Convertirme en prisionero.
9. ¿Qué te gustaría ser?
Un asteroide.
10. ¿En qué país desearías vivir?
En cualquier sitio donde aún pueda inspirarse hondo.
11. ¿Tu color favorito?
Todos lo son.
12. ¿La flor que más le gusta?
Aún no estoy capacitado para responder a esto.
13. ¿El pájaro que prefieres?
¿De verdad es necesario elegir?
14. ¿Tus autores favoritos en prosa?
Mark Twain, James Joyce, Azorín, Pío Baroja...
15. ¿Tus poetas?
Miguel Hernández, Charles Baudelaire, Charles Bukowski, Antonio Machado...
16. ¿Un héroe de ficción?
Trapito.
17. ¿Una heroína?
La madre de Dumbo y la Maga
18. ¿Tu músico favorito?
Shane MacGowan.
19. ¿Tu pintor preferido?
Alberto Durero.
20. ¿Tu héroe de la vida real?
Mi padre.
21. ¿Tu nombre favorito?
Azael.
22. ¿Qué hábito ajeno no soportas?
La falta de autocrítica.
23. ¿Qué es lo que más detestas?
Perder el tiempo.
24. ¿Una figura histórica que te ponga mal cuerpo?
Enrique VIII.
25. ¿Un hecho de armas que admires?
Me resulta imposible admirar algo así.
26. ¿Qué virtud desearías poseer?
La paciencia.
27. ¿Cómo te gustaría morir?
Sin dolor, deprisa.
28. ¿Cuál es el estado más común de tu ánimo?
El pánico.
29. ¿Qué defectos te inspiran mayor indulgencia?
¿Quién soy yo para catalogar como defecto cualquier expresión de la sensibilidad humana?
30. ¿Tienes una máxima?
No, quizá algún día. De momento, tratar con respeto lo exterior a uno.
Como colofón, añadir que Marcel Proust diseñó este test con la intención de descubrir en sus respuestas el alma de una persona. Y tampoco tenía ganas de una entrevista sesuda, profunda, intelectual y reveladora. Tal vez la próxima, ¿quién sabe?
jueves, 29 de diciembre de 2016
'Literatura', un artículo de Mariano José de Larra
Aprovechando estos días de vacaciones y teniendo en cuenta los problemas que estoy causando a ciertas editoriales... ¬¬ Me he decidido a seguir con obras clásicas. Tengo pendiente La Tregua, y a cada día que pasa le tengo más ganas.
Me gusta mucho la literatura medieval, y me parece un desafío muy enriquecedor; el cuento también está bien, pero quiero ganar aún más versatilidad. Este es un pequeño paso: Mariano José de Larra, uno de los máximos exponentes del Romanticismo en España durante el siglo XIX y precursor del artículo periodístico costumbrista. Su artículo más famoso se titula “Vuelva usted mañana” (tarde o temprano caerá), y su obra (para bien o para mal) mantiene la vigencia a pesar del pasar de los años.
En este caso, me estreno en la grabación de los artículos periodísticos con “Literatura”. Es un análisis del estado de las bellas letras en la época del autor. Critica la escasa innovación de la mayoría de sus coetáneos prosistas castellanos. Su visión es muy clara: sin progreso social es imposible un proceso literario sólido. Tras las revoluciones americana y francesa (1789), las sociedades avanzaron en el resto de Europa, no tanto en España, donde la religión y la política seguían teniendo el control ideológico y cultural.
Su reflexión más profunda es respecto a los escritores españoles que tratan de aplicar a un lenguaje antiguo los nuevos avances, de forma que pretenden expresar nuevas ideas con palabras que no existen, y que poco más que imitan a los literatos franceses (como se hizo con los italianos en el siglo XVI). En definitiva, invita a una literatura nueva, para una sociedad nueva. Una literatura de las verdades, filosófica y profunda.
Es cierto que quizá es un artículo interesante para unos pocos, más interesados en la Historia de la Literatura en castellano; pero entiendan que no podía resistirme a compartirla y a sufrirla. El tono didáctico y la escritura ágil son una maravilla para leer con voz interna, pero a ratos se pone cuesta arriba. La novela permite más pausas. En el periodismo sin embargo, el tiempo apremia.
Comparto con vosotros la edición original de "El español", del día 18 de enero de 1836; para que así podáis disfrutarlo con auténtico espíritu romántico.
Espero que os guste tanto como a mí.
miércoles, 21 de diciembre de 2016
'Lazarillo de Tormes', Anónimo
Otro más.
He aquí uno de mis libros favoritos. Tuve la fortuna de leerlo antes de que obligaran a mis compañeros de clase a viajar en el tiempo a través de sus páginas. Siempre pensé que es mejor viajar voluntariamente para no considerar a cualquier libro un destierro con finalidad de examen.
Todavía se desconoce el autor de la obra aunque hay teorías al respecto. Para este audiolibro he recurrido a la edición de Francisco Rico, publicada por Cátedra, dentro de su colección Letras Hispánicas. En el prólogo, Francisco Rico aclara que respeta la concordancia de las tres ediciones de 1554, la de Burgos con la de Alcalá y la de Amberes. Se estima que uno o dos años antes apareció la primera edición de la obra.
Es castellano antiguo, y la edición de Cátedra es de difícil lectura. Aprecio inmensamente la claridad y calidad de su introducción, prólogo y notas al pie, y lo excelso de sus referencias bibliográficas. Sin embargo, el tamaño de la tipografía lo aleja bastante de una lectura cómoda. Aún así, admiro lo primero, a pesar de lo segundo. Entiendo que era necesario para adaptar un artículo de lujo a un precio asequible.
¿Por qué el Lazarillo de Tormes? Porque me gustó la obra, obviamente. Su indiscutible valor dentro de la Literatura Universal (no debo obviar que es la primera novela de ficción moderna), la génesis de la picaresca española (junto a La vida del buscón, de Quevedo)... ya de por sí son argumentos de peso. Además, pensé que si era capaz de hacer un audiolibro en castellano antiguo, era capaz de cualquier cosa. Bien es cierto que no es un castellano totalmente alejado, pero sí que recoge expresiones y un ritmo muy particular, que obliga, en mi opinión, a destacar el carácter popular de la obra. Es una obra dirigida al público en general y no a una minoría culta.
No han sido pocas las dificultades. Son sólo dos horas, pero hay errores. Es la primera vez que he decidido releer el primer capítulo al completo. La razón para esto han sido las dificultades a posteriori para corregir una docena de errores sin poder evitar un cambio en el tono de voz que no me convencía. Para la segunda versión, intenté corregir dos errores y visto que no afectaban al buen entendimiento de la obra y que era peor el remedio que la enfermedad, he decidido dejarlos tal cual. En el resto también hay correcciones. Entiendo que puedan notarse levemente, mis disculpas de antemano.
Espero ahorrar en los próximos meses para adquirir un equipo a la altura de mis exigencias particulares. Exageradas visto lo placentero, hilarante a veces y enriquecedor de la experiencia de leer un buen libro en voz alta. Y compartirlo. Y sentir el agradecimiento por parte de desconocidos, que en realidad no lo son tanto.
Nada más que decir. Espero que os guste.
domingo, 18 de diciembre de 2016
Así
Así es imposible
Dame un minuto por favor.
Me gustaría hablar
en este aciago día
sobre la...
sobre la paz en el mundo:
Aprovecho esta...
a ver si me dejan.
Esta importante recepción
para defender... defender aquello
que todos tenemos...
que tenemos en común.
Defender los derechos...
Los derechos universales
como garante...
como garante de la...
de la civilización.
En este aciago día...
a ver si paran ya con...
Perdón.
En este aciago día
apelo... a la voluntad de los individuos
para con la dignidad de...
de los pueblos. Y termino...
Termino ya. Seré...
Seré breve.
La paz es un...
La paz es un derecho...
Un derecho imprescindible...
Imprescindible para la supervivencia...
La supervivencia de la especie.
¿Ha terminado?
(No... siguen cayendo...
Las bombas... siguen cayendo)
Lo siento.
Así...
Así es imposible...
viernes, 9 de diciembre de 2016
Trino
Pluma
Los pájaros no lloran.
Agua distante y solidez,
la lágrima del iceberg.
La sombra ingaseosa:
sedimento de la opacidad.
El mar como consecuencia
o profundidad. La almohada
del retorno eterno. Retoño
de la adversidad. Quizá.
Pronto me toca. Lo que es de todos,
a todos toca de su suavidad.
La pluma blanda, pluma alada
de ave de rastro de libertad.
Los pájaros no lloran
simplemente
dejan de cantar.
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