martes, 30 de septiembre de 2014

Estromatolitos


Estromatolitos se llaman

Se llaman estromatolitos,
sedientos devoradores de luz
a milenios defecando oxígeno.
Bacterias como yo y como tú
en mitad del universo; seres vivos.

Creadores de viento y lluvia,
dioses minúsculos, diosas burbuja.

¿Que queda bajo la primera atmósfera?
Fósiles en estratos de Historia muerta.

Millones de arenas y aquí somos, soy,
destripando el mundo a radiación y CO2

¿Cuánto falta para la próxima generación?
Nuestra mierda, abono del próximo estertor.



SpNt2005 – 30/9/14


estromatolitos, stromatolites, Estromatolitos precámbricos

A veces la Ciencia parece Arte

lunes, 29 de septiembre de 2014

Matilde Cabello


De La tierra oscura (2004)

La ruptura

Españoles, dijeron, Franco ha muerto.
Y allí me quedé yo, con quince años
de banderas y signos en la espalda.

Los fantasmas salieron de los sótanos,
las cigüeñas volvieron a su oficio,
los amores eternos caducaron
y el celofán cayó de las palabras.
Nos abrieron los pisos clandestinos,
sus sábanas al sol y las consignas.
Nos hicieron creer que un equipaje
se queda en la estación cualquier mañana
como se olvidan los paraguas
si sales
y ha escampado.


sábado, 27 de septiembre de 2014

La España que nos ha tocado vivir


Hace tiempo que no escribo sobre el país. Ya tengo bastante con ver las noticias. Tampoco sobre periodismo. Al hilo de los últimos acontecimientos merece la pena hacerlo, aunque sea por aclarar un poco la situación. Aviso que voy a alargarme.

Los principales problemas son el paro y la corrupción (véase la pregunta 7 del barómetro de julio de 2014). La corrupción se puede interpretar de muchas maneras; en este caso nos referimos a la corrupción política. Por tanto, es un problema tanto de los dirigentes políticos como de los funcionarios de Justicia, que no son capaces de coger el toro por los cuernos. La justicia lenta no es justicia.

Desempleo


Respecto al paro... bueno, seguimos rondando 25% de paro, un 50% de paro juvenil y a ver cómo recolocamos a los mayores de 50 años que han sufrido los EREs en grandes empresas con beneficios, o los cierres de PYMEs que se han visto obligadas a cerrar por falta de liquidez y/o falta de crédito. El problema de estos datos es que ya se mantienen año tras año y las prestaciones por desempleo no son infinitas, ni mucho menos una solución por sí solas.

Con la última reforma, la jubilación se alcanza a los 67 años después de 35 años cotizados; lo que pone en riesgo que la generación de nuestros padres, que ahora rondan los 40-50 años puedan alcanzar el mínimo de años cotizados si no encuentran empleo pronto y, lo que es más difícil, lo mantienen. Bien es cierto que la mayoría empezó a trabajar antes, pero de éstos, no son pocos los que empezaron sin estar de alta en la Seguridad Social, un problema todavía vigente. A esto hay que añadir (creo que esto no ha cambiado) que la jubilación se hace en relación al último salario que se percibe.

Son las pensiones de nuestros mayores las que siguen manteniendo a los hijos y nietos. Las que pagan las hipotecas a 20 o 30 años que en su día parecían una buena idea. Ya bajaron durante el anterior gobierno y este ha preferido congelarlas. Después de una vida trabajando, se acabaron las vacaciones a Benidorm para que el nieto tenga lápices o lo que es peor, no tenga hambre.

Los jóvenes, por nuestra parte no encuentra trabajo tan fácilmente. Los “ninis” (“ni estudia, ni trabaja”) que dejaron el instituto antes de terminar la ESO (Enseñanza Secundaria Obligatoria) para empezar a ganar dinero en la construcción, tienen que conformarse con lo que venga, de chapuza en chapuza. Los que estudiamos, y como en mi caso, terminamos la Universidad a los 20-23 años (con el Grado será mínimo a los 22, con un Máster 24 años, a curso por año) tampoco lo tenemos fácil. Las pocas opciones son seguir estudiando (si hay dinero), trabajar en algo que infravalora nuestra formación y con un salario menos que mínimo; o salir del país, como antes hicieron nuestros abuelos. Al menos para nosotros, las fronteras no tienen concertinas.

Demos las gracias al Banco de alimentos, Cruz Roja, Cáritas y otras organizaciones que están apoyando en la medida de sus posibilidades para evitar el desastre.

Corrupción


Este es el tema más peliagudo. Antes que nada, hay que citar la corrupción por enchufe, de plenos en ayuntamientos que parecen reuniones familiares. Aclaro que este tipo de corrupción no es negativa por naturaleza; existe cierta lógica en confiar primero en aquellos que conocemos. El problema viene cuando no se tienen en cuenta los méritos, es decir, conceptos como formación, experiencia... que a fin de cuentas aseguran resultados. Hay cosas que nunca cambiarán, véase la hija en el Banco Santander, o el sobrino en El Corte Inglés. Es algo parecido a una monarquía empresarial.

Este tipo de corrupción, agravada por la crisis y el cambio en la situación laboral de nuestros familiares y amigos bien podría justificarse como una cuestión de solidaridad en estos tiempos que corren. Sin embargo, cuando el CIS pregunta a los españoles, y los españoles responden “corrupción” se refieren (creo yo) a la “corrupción política”.

Pertenezco a una generación que ha vivido una alternancia en el poder desde siempre. Si el Partido Popular lo hacía mal, sabías que a las próximas elecciones ganaba el Partido Socialista; y a la inversa. En mi comunidad autónoma, siempre ha gobernado el Partido Socialista (actualmente, es la primera vez que gobierna en coalición con Izquierda Unida). En mi pueblo, siempre ha gobernado el Partido Popular. Hubo unas desavenencias dentro del partido que dieron lugar a un partido local, el PAL, pero todos venían del mismo sitio. En la Diputación provincial tengo dudas, pero creo que en estos años siempre ha gobernado el Partido Popular en Almería.

Si algo he aprendido en este tiempo, es que estando tanto tiempo en el gobierno da tiempo a hacer muchas barbaridades. Y teniendo en cuenta que ciertos delitos prescriben de elecciones en elecciones, aún más.

Los casos de corrupción más sonados actualmente son: la Operación Poniente (en mi pueblo, con el actual alcalde también imputado), el caso de los ERE (en Andalucía, si bien corresponden principalmente a la etapa de Chaves y Griñán), y la trama Gürtel (a nivel nacional, es decir, con una caja B en todas las provincias).

Por supuesto no son los únicos. Cada pueblo, comunidad autónoma, provincia y localidad tiene algún chanchullo por ahí. Con esto no quiero decir que todos los políticos sean iguales, incluyendo como político al que pega carteles. Un profesor me dijo que no era imposible ser político y buena persona, lo difícil era llegar arriba sin ser un hijo de puta. “Hay que pisar muchas cabezas en el camino”.

La Justicia tiene poco que hacer. En el principal caso dada su gravedad, la trama Gürtel lleva 20 años robando a los ciudadanos para la financiación del partido que actualmente está en el Gobierno. Hace cinco años ya, en 2009, cuando se empezó a investigar a Rafael Correa (Gürtel significa “correa” en alemán) por sus relaciones con altos dirigentes del Partido Popular valenciano. Llegó a Madrid, salpicando a varios ayuntamientos, hasta que salió el nombre del tesorero del Partido, Luis Bárcenas. Los papeles de Bárcenas son el inicio sin final del efecto dominó que sigue destapando contratos en negro con empresas a cambio de concesiones... como mínimo.

Cinco años en los que el Partido Popular, en el gobierno, se ha dedicado a poner palos en las ruedas; primero no encontraba las cuentas de algunos años (un hacker se encargó de solucionar el entuerto), después desaparecieron los discos duros de los portátiles que custodiaba en su sede en la calle Génova (reformada con dinero negro); primero apoyando a Bárcenas y después personándose como acusación. En el último auto, el juez Ruz (que lleva otros casos de gran relevancia al mismo tiempo) ponía al Partido Popular en su sitio, en el de acusado, por cuanto considera a tenor de las pruebas recopiladas por la Udef que se benefició del dinero recaudado por Bárcenas y el anterior tesorero del Partido Popular, Álvaro Lapuerta.

Cinco años que han dado para uno de los mayores atentados al periodismo: una rueda de prensa a través de una televisión. O un tic nervioso que desterraba cualquier duda, o una larga pasarela de caras diciendo que no, que no había caja B, que no cobraban dinero en sobres, que era algo así como “una simulación de pagos en diferido”...

Justicia


Al principio hablaba de que la justicia lenta no es justicia. Para una práctica de Derecho de la Información (una asignatura de Periodismo), tenía que valorar una sentencia judicial. Una familia había denunciado a una revista por violar el derecho al honor de una mujer fallecida. En la noticia, mencionaba que el cuerpo se encontró cerca de un club de alterne, dando a entender que la fallecida había ejercido la prostitución. Después de pasar por varias salas, un recurso del medio de comunicación, y cinco años, el juez dio la razón a la familia. Un poco tarde ¿no les parece?

Si además tenemos en cuenta que hasta ahora todos los responsables de casos de corrupción a nivel nacional declarados culpables han sido indultados... se te quitan las ganas de pensar en el sinfín de casos que habrán sido archivados antes de dictar sentencia. Incluidos, por qué no decirlo, los casos abiertos en relación con la herencia del recientemente fallecido Emilio Botín.

Está muy bien hablar a los niños de Montesquieu y de la división de poderes, pero queda bastante lejos de la realidad. Empezando por que los jueces del Tribunal Constitucional son escogidos por los partidos políticos, a dedo, como quien dice... y que, como defendían varios periodistas especializados, las asociaciones de jueces tienen una posición ideológica definida y el pertenecer a una asociación u otra puede determinar tu carrera judicial en función del partido que esté en el gobierno.

En mi caso particular, el que era rector de la Universidad Rey Juan Carlos, en la que estudié; Pedro González-Trevijano, es actualmente juez del Tribunal Constitucional... así que mejor lo dejo en un gran “estratega” por si las moscas.

Esta semana ha dimitido Alberto Ruiz Gallardón, hasta ahora ministro de Justicia. No lo ha hecho por aumentar las tasas judiciales, lo que sólo permite a las rentas más altas tener capacidad de recurrir sentencias y así alargar los procedimientos judiciales.

Lo ha hecho porque el gobierno, con el presidente Mariano Rajoy a la cabeza, ha decidido no continuar con la reforma de la ley del aborto. Una estimación de la pérdida de votos si se aprobaba la ley ha dado al traste con uno de los principales caballos de batalla del Ministerio durante el último año.

El ministro más “progre” se ha quedado solo defendiendo una ley de derechas.

RTVE


Otra de las leyes a tener en cuenta es el cambio en el proceso de elección del director de RTVE (Radio Televisión Española). Antes, debía decidirse por mayoría de dos tercios, lo que obligaba a las dos caras de la misma moneda a ponerse de acuerdo. Después de la última reforma, sólo era necesaria la mayoría absoluta.

Así es como uno de los mejores directores que haya conocido en la RTVE, Fran Llorente, con experiencia en el periodismo, capacidad para aplicar las nuevas tecnologías a la información y crítico sin importar la ideología (o el partido en el gobierno). Confió en una nueva hornada de profesionales jóvenes y capaces, además de afrontar con éxito el desafío de la adaptación al mundo digital; fue sustituido por Leopoldo González-Echenique (aunque no aparezca en rtve.es), un tipo que venía de gestionar hoteles y que, por cierto, ha dimitido por no sacar adelante un plan de financiación de 135 millones de euros.

Después de endeudar a la RTVE con 200 millones de euros más en dos años, su plan era ahorrar cerrando Teledeporte para incluirlo en la programación de La 2 (mi canal favorito, dicho sea de paso). Dimite después de que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, rechazara su plan; él prefería un expediente de regulación de empleo.

Misteriosamente, La 1, La 2 y el Canal 24 horas han pasado varios días en negro. Miedo me da recordando cómo y por qué se han cerrado otras cadenas públicas, como Tele Madrid o Canal Nou (en Valencia).

Habrá que permanecer atentos a la pantalla.


Periodismo y política


Ahora sí, me dispongo a tratar el tema que quería abordar desde el principio.

No sé si a estas horas el presidente del Gobierno está todavía en China. Allí ha estado vendiendo la marca España destacando el “vigor” de la recuperación económica. Las previsiones no son muy halagüeñas. Aún así, uno de sus argumentos para invertir en España es que hemos sido el país que más ha crecido en Europa en el tercer trimestre. Un argumento muy acorde a su estilo: somos lo mejor de lo peor, o algo así como la opción menos mala.




Mientras tanto, en la televisión todos los telediarios abrían con la misma noticia:

“Ha sido detenido el pederasta de Ciudad Lineal (Madrid) en Santander después de que 40 policías y un grupo de GEOS lo atraparan en su casa...”

Se enumeran las víctimas conocidas (desde 5 a 9 años) y según la emisora se dan detalles más o menos escabrosos. Se inician debates sobre la posibilidad de rehabilitación de este tipo de enfermos (3 de cada 10 lo consiguen según las estadísticas) y vuelve a reabrirse el debate de la pena de muerte o la cada perpetua revisable en determinados casos.

Los medios escritos más conservadores, con periodistas acostumbrados a alabar las percepciones de Rajoy sobre la recuperación económica, cargan inesperadamente contra el gobierno, que a su juicio ha traicionado y mentido a los españoles retirando la ley del aborto. Así, ha dejado en la estacada a la curia católica, a asociaciones minoritarias que proclaman el derecho a la vida de los no nacidos, a la derecha de la derecha y a gran parte de nuevos votantes del Partido Popular, que sólo estaba en contra de que las menores de 16 años pudieran abortar sin el permiso de sus padres (principal crítica a la reforma anterior de José Luis Rodríguez Zapatero). No voy a entrar en detalles.

Entre los argumentos, se sugiere que la noticia de la detención del pederasta ha sido para “tapar” la dimisión de Gallardón, teniendo en cuenta que la situación estaba perfectamente controlada y el detenido, en principio, no sospechaba nada.

No sería el primer caso que conozco de este tipo. El anterior gobierno socialista puso en riesgo en una ocasión (al menos) la detención a etarras para hacerla coincidir con la publicación de las cifras de paro; por lo que llegué a pensar en las graves dificultades que tendría cualquier gobierno ante la posibilidad de terminar definitivamente con la banda terrorista. Es decir, sin esta posibilidad de hacer mirar para otro lado. Hoy en día seguimos teniendo las guerras de Ucrania y Oriente Medio, y la lucha contra el terrorismo yihadista, que para el caso es lo mismo: el enemigo invisible y eterno de Orwell para mantener el miedo.

La noticia para mí, más importante de aquel día era el nuevo recorte salarial a los funcionarios. ¿Te suena? Espero que no haya funcionado.

El Gobierno


Es triste. Es muy triste que hayamos llegado a esta situación.

No va a ser el paro, ni la corrupción, ni siquiera superar el 90% del PIB de deuda pública (hasta los mil millones de euros y subiendo). Por mucho que se infle el PIB a base de incluir estimaciones (sí, estimaciones) de la prostitución, las drogas, el ejército e I+D. O por mucho que se infle aún más si tenemos en cuenta que privatizando los hospitales, aumenta el PIB cada vez que alguien enferma; o que privatizando las universidades aumenta el PIB cada vez que un estudiante aspira a un título.

No va a ser el escándalo de las preferentes, ni el drama de los desahucios, ni la falta de crédito después del rescate bancario a base de dinero público... Va a ser una no-ley del aborto lo que va a dinamitar la estabilidad del gobierno, que ha cerrado filas en torno al presidente del gobierno más idiota que me ha tocado vivir.

Esa va a ser la mentira que le cueste el cargo. Es muy triste.

Queda por ver a qué clase de regeneración democrática aspiran los dos grandes partidos y el papel de las iniciativas de regeneración democrática del nuevo partido político “Podemos” en todo esto. En qué queda la consulta catalana.

Habrá que buscar en cualquier otra parte la esperanza.

viernes, 26 de septiembre de 2014

jueves, 25 de septiembre de 2014

Mahabarata


Los hijos de Dhritarashtra

Sauti continuó:

Dhritarashtra esperaba convertirse en padre de cien hijos; Vyasa lo había predicho antes incluso de su nacimiento. Por su parte, Gandhari, su fiel esposa, había recibido el raro favor de concebir cien hijos.

El rey Janamejaya interrumpió el canto del brahmán Vaishampayana:
- ¿De verdad es posible que un mujer dé a luz a cien hijos? ¡Y es sabido que Gandhari fue madre una sola vez!
Vayshampayana contestó así...

Gandhari, embarazada desde hacía dos años, seguía esperando el tiempo de su alumbramiento. Cuando se enteró de que su cuñada Kunti, la primera esposa de Pandu, acababa de traer al mundo a Yudhishtira, su primer hijo, montó en cólera y se puso a golpearse el vientre con los puños. Al punto se hicieron sentir los dolores del parto; pero, en lugar de un niño, Gandhari dio a luz a una bola de carne redonda y dura. La corte real se llenó de asombro: ¿eso eran los cien hijos prometidos?
Gandhari se fue corriendo a buscar a Vyasa.
- No debes preocuparte -la tranquilizó el sabio-; lo que tienes que hacer es traerme cien ollas llenas de mantequilla fundida.
Cuando tuvo ante él las ollas, el sabio dividió la bola de carne en cien trozos del grosor de un pulgar y puso uno en cada olla.
- Esto es lo que se refiere a tus cien hijos –explicó a Gandhari-. Todavía me queda un trozo. ¿A qué quieres destinarlo?
- Me gustaría tener una hija -respondió, con aliento entrecortado Gandhari, que, al ver al sabio tan seguro de sí mismo, se lo esperaba todo.
Vyasa echó, pues, ese último trozo en una olla suplementaria. Luego prescribió a Gandhari que cubriera las ciento una ollas y las depositara en un lugar oculto, en la oscuridad, durante dos años, sin mirar nunca lo que había dentro. Ella lo cumplió exactamente.
Dos años después apareció el primer nacido, que fue Duryodhana. El primer hijo de Dhritarashtra era, por tanto, dos años más joven que su primo Yudhishthira, y tenía más o menos la edad del segundo hijo de Kunti, Bhimasena.
Cuentan que Duryodhana, cuando nació, en vez de gritar como los demás niños, se puso a rebuznar como un asno. Los chacales, los buitres y los asnos comenzaron entonces a chillar, a graznar y a rebuznar; soplaron vientos secos en rachas que esparcían violentas llamaradas. Preocupado, Dhritarashtra decidió reunir en consejo a Bhishma, a Vidura y a unos sabios brahmanes versados en las Escrituras, a sus consejeros íntimos y a sus astrólogos, y les preguntó:

     Yudhishthira, el primogénito de Pandu y de Kunti,
     subirá al trono de los Bharata;
     Yo reconozco solemnemente su derecho.

     Pero Duryodhana, mi hijo que acaba de nacer,
     ¿no será nunca rey?

En el momento en que pronunciaba estas palabras, se oían aún con más fuerza los lúgubres aullidos de los chacales y de otros animales carroñeros. Prestando oído a estos siniestros presagios, la asamblea se expresó mediante la voz del sabio Vidura:

     Estos signos, oh rey, que han surgido
     cuando tu primer hijo viene al mundo,
     son de muy mal augurio.

     Todo hace presagiar que este hijo
     destruirá tu dinastía.
     ¡Oh, rey, no lo reconozcas!

     Si lo conservas entre nosotros,
     una catástrofe amenaza.
     Te quedan otros noventa y nueve.
     ¡Oh, rey, no lo reconozcas!

     Pues se ha dicho:
     “para salvar a una familia, más vale sacrificar
     a uno de sus miembros;
     para salvar a una aldea, sacrificar una familia;
     para salvar al país, sacrificar a una aldea;
     para salvar la propia alma, más vale renunciar
     al mundo entero”.

Por desgracia, Dhritarashtra no siguió en absoluto el inmediato consejo de Vidura y de sus otros consejeros. Estaba demasiado apegado a su hijo.

Al nacimiento de Duryodhana siguieron los de sus noventa y nueve hermanos, que salieron de su olla, uno por uno, en el espacio de un mes. Finalmente, del recipiente número ciento uno surgió la hija prometida. Así se respetó la palabra de Vyasa y se cumplieron los deseos de Gandhari.


Fragmento extraído de El Mahabharata (versión abreviada de la Editorial Sígueme).


El Mahabharata (“la Gran Historia de los Bharata”), es una epopeya de la India. Se inspira en un acontecimiento probablemente histórico: una lucha fraticida que podría haber sucedido en el siglo XIV a. de C. entre los Kaurava y los Pandava. Su autor se conoce como Vyasa, y contiene de 82.000 a 95.000 estrofas (shloka) según las versiones, entre unos 328.000 y 380.000 versos, que representan diez o doce volúmenes de una extensión media.

La versión completa en español se ha publicado recientemente por primera vez (marzo de 2014) en 12 tomos, a cargo de la Editorial Hastinapura a partir de la versión traducida al inglés por Moham Ganguli.

martes, 23 de septiembre de 2014

Carlos María Ruiz de la Rosa


Un hozar sin respeto

De Y sobre el puente el rey (2007)

La violencia es cosa de niños.
Aunque haya ejércitos sobre la tierra.
La violencia es cosa de niños
que juegan,
que hozan por donde no tiene
sentido hablar, porque se trata
de ver quién es el más valiente,
el más fuerte para empujar,
el más ágil para voltear
con fuerza contra el suelo
al osado rival.
Niños que juegan,
moratón a mosqueta,
y mientras juegan van creciendo,
sin perder la apetencia de jugar,
el arma de jugar
a la violencia.
Y así, jugando, les sucede
que alguna vez descubren
un sangriento cadáver a su lado.



lunes, 22 de septiembre de 2014

Preposición


Proposición preposicional

A los hechos me remito
ante la duda
bajo llave
cabe esperar
con el rabo entre las piernas
contra lo establecido
de perdidos al río
desde que nací
en el brillo de tus ojos
entre pasado y futuro
hacia tu rostro
hasta chocarme
para besarte
por la cara
según la circunstancia
sin pedir permiso
sobre el horizonte
tras la ventana
durante el tiempo
mediante el mundo.



SpNt2005 – 19/9/14

Ya sabrán que soy muy dado a juegos.
Si han estado un poco atentos, se habrán dado cuenta de que cada verso comienza con una preposición. A veces yo también me aburro.


Dicho esto, les invito a escribir una poesía en la cual cada verso se inicie de esta manera 
y la compartan con nosotros.
La única regla es que si se trata de poesía,
cualquier excusa es buena.

Es tan fácil de lo que parece.

(Hace un tiempo me planteé escribir varias poesías de este tipo -más- dirigidas a niños, 
algo así como poesía didáctica del lenguaje. Tal vez lo haga, más adelante)

Respecto a mi teoría de poesía, aquí se puede ver que me divierte mucho:
1. Utilizar expresiones populares con difícil traducción a otros idiomas
2. Jugar con el cambio de sentido de un verso en relación con el anterior y el posterior


jueves, 18 de septiembre de 2014

Sobre poesía (I)


Escribir poesía era sencillo al principio: tan joven mi vocabulario era bastante escaso. En este sentido, tengo que agradecer a mi maestro de 6º de Primaria, don Fructuoso, sus esfuerzos por enseñarnos los diferentes tipos de palabras según su morfología. Concretamente, las preposiciones (a, ante, bajo, cabe...), las conjunciones (copulativas y adversativas), los adverbios (de tiempo, de modo, de lugar...), los determinantes (artículos, numerales, indefinidos...), las locuciones... Gracias a estos conocimientos, escribir se convirtió en algo divertido desde mi tierna infancia.

La idea central de mis primeros poemas era una narración simple en primera persona, con un protagonista que no era yo sin dejar de serlo. La base eran sustantivos comunes como “nube”, “sueño”, “ángel”... y algún abstracto: “amor”, “paz”... palabras que cualquier niño ha escuchado o dicho alguna vez; y lógicamente, muchos verbos y algún que otro adjetivo.

Escribir poesía consistía en enlazar estas pocas palabras en un marco limitado de 14 versos de 8 sílabas. Jugaba a sorprenderme y deducir todos los posibles caminos de mis primeras metáforas. Después de reescribir y reescribir mi primera poesía, me pareció justo escribir otra desde el principio. Cuando descubrí la estrofa, me descubrí al verso libre.

Escribir poesía era y sigue siendo una forma de conocerme a mí mismo. Era mi forma de aprender y recordarme como alguien pasado que no quería olvidar. Cuando creía encontrar una “versión definitiva” de un poema, pasaba al siguiente. Años después, leía (leo) lo que escribí, con esas mismas palabras y a menudo encuentro significados que evolucionan a medida que evoluciona su lector, en este caso, yo. Quizás sea ese índice variable de sorpresa (grata o amarga) una de las principales razones por las que sigo releyendo (y escribiendo) como forma de reencontrarme.

Cuento esto porque no sabía cómo empezar. De un tiempo a esta parte reviso las poesías incluso varios meses después de escribirlas, y hago pequeños retoques, y cambio palabras, y el orden sintáctico... lo que me obliga a hacerme la siguiente pregunta: ¿por qué?

La respuesta parece simple: para ser mejor, o para ser más claro, o para ser más sintético, o parecer más bello.

Últimamente estoy leyendo bastante (también) sobre teorías de cineastas.

La primera lección es que una teoría, como concepción de un arte, no se define a priori, si no que se refleja a partir de la obra. Es decir, de la práctica se extrae la teoría.

Los principios básicos son conclusiones establecidas por medio de la experiencia creativa, mientras se filma o se escribe; es ahí donde se encuentran las preguntas y se haya la mejor respuesta a qué debe hacerse en función de ese plano-secuencia o verso en concreto para expresar una idea.

Este conjunto de respuestas termina conformando un modo de comunicar ideas, que aplicado como esqueleto de una obra o esquema interpretativo de la realidad, es identificado como parte de la idiosincrasia o estilo propio y único de cada artista, que no deja de ser una reconstrucción constante de sí mismo y de la sociedad de su tiempo.

No hay leyes universales, sólo indicios preconstruidos de cómo se deben hacer las cosas en función de lo que aprendemos o nos enseñan quienes consideramos como nuestros maestros.

Hay unas leyes básicas. En el caso de la poesía, hay que respetar las normas propias del lenguaje, por cuanto haga posible la interpretación inequívoca de lo que se lee, respetando su grado de ambigüedad.

Me viene a la cabeza, por ejemplo, Juan Ramón Jiménez, que convierte faltas de ortografía absurdas para el niño que aprende a escribir (“nostaljia”), en signos de un lenguaje propio que no deja de ser común y, por lo tanto, comprensible. O Góngora, que altera el orden lógico de una frase para potenciar su capacidad expresiva y de sentido, en consonancia con su época, el Barroco.

No me considero un experto en el tema (todavía me pierdo con los nombres de algunos recursos literarios que no sé siquiera si utilizo), pero creo que poco a poco, poema a poema, verso a verso, estoy empezando a plantearme preguntas que me dirigen hacia una construcción de una teoría personal de la Poesía.

Antes de adentrarme en semejante desafío, seguiré leyendo. Además del libro “Las teorías de los cineastas”, de Jacques Aumont (anteriormente mencionado y todavía a medias); acabo de descubrir en la biblioteca “El arte del verso”, de Mateo de Vendôme, una obra escrita en latín en torno al año 1175 y traducida por María del Rosario Neira Piñeiro. Una joyita de la que espero aprender buena parte de aquello que nunca me enseñaron.

Sirva como introducción la definición que Mateo de Vendôme hace del verso:

“El verso es un enunciado métrico que se desarrolla ágilmente en forma de cláusulas, con una hermosa combinación de palabras y embellecido con el adorno de las ideas, donde no falta ni sobra nada. Así pues, ni la adición de vocablos, ni el cómputo de los pies, ni el conocimiento de los tiempos hace el verso, sino la elegante disposición de las palabras, la expresión de las propiedades y el epíteto observado de cada cosa.”


Continuará...

lunes, 15 de septiembre de 2014

Intemperie


π mensajes sin leer

π, π, tienes un mensaje.
Deprisa, léelo, parece importante.
Todo dentro de esa caja armada
de tactos es inaplazable.

¿Me oyes? No te oigo
cerebro sin cobertura,
pensamiento por satélite
¿me oyes? No me escucha.

Necesito que me digas
batería de contactos sin nombre,
ráfagas de interés aplazado.
Algunos dicen que corre prisa.

Y pensar que los marcos de las ventanas
fueron tiempo atrás, no tanto,
las únicas pantallas habitables.

No quiero que me encuentres,
quiero ser libre, libre de número
como un pájaro es libre bajo su intemperie.

Besos de cine




Este es un fragmento de una de mis películas favoritas, Nuovo Cinema Paradiso (1988).

Cuenta una de las más bellas historias de amor, amor por una mujer, y amor por el cine.

Merece la pena verla infinitas veces.

lunes, 1 de septiembre de 2014

smartpeople


smartphone, adictos al movil, adiccion smartphone

(Vía abduzeedo)

Por Davide Bonazzi.


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Actualización - 8/5/2015



Por Min Axel.

Asoma el tercero


Ya falta poco para el tercero. Tengo dudas con el título.

Por lo menos, ya tengo decidido el índice:


Aún no se conoce una forma de vida inteligente
Imputación del chivo expiatorio
Estudio de la desigualdad como tinta imborrable
La gran migración
Canción del verano para la hormiga y la cigarra
Debate de la Inanición
Los falsos profetas no van a la cárcel
Descuento preguntando por coste de producción
La delgada sombra
La noche bajando al mar
Ángeles destierran al paraíso de su idílica imagen
Ícaro
Versión oficial de cualquier promesa televisada
Rayo latente
Un incendio puede volar la historia
Un ruido me despertó anoche
Vas a morir
Preferencias ante una sociedad obsoleta
Mañana pasará rápido
Los amantes de los mil mares
Esta noche estoy solo
Un puente a los pies de mi casa
Así ha de ser cuando la bese
Emmenez-moi
Dibuja el mar
Amor y Psique
El desequilibrio como punto intermedio
El amor del más débil
Desde que no está
Relevo interlingüístico


Como en los anteriores, la mayoría de las poesías ya están publicadas aquí. Hay algunas inéditas, bien porque son anteriores a 2010, bien porque las consideraba demasiado decentes en potencia para publicarlas a bote pronto. De todas formas, también hay pequeños cambios respecto a las aquí publicadas, hecho que me obliga a replantearme el concepto de escritura continua o reescritura creativa, aún no sé cómo llamarlo.

En algunos casos es una cuestión de síntesis, de aclaratoria; o de expansión semántica. Aunque también podría ser para reubicar mejor el proceso mental para llegar a una idea, o sencillamente buscar con pequeños cambios una armonía más global, más relativa al significado del libro como obra compuesta que como obra conjunta.

Pronto les traeré más noticias. Gracias de todas formas.