El primer sistema operativo que recuerdo es Windows 98. Ya por aquel entonces sabía que las contraseñas en esto de la informática no servían para mucho. Eran sólo una pieza más dentro de un puzzle-estrategia de seguridad. Cuando quería esconder algo, lo mejor era esconder bien el disquette...
La cuestión es que buceando por Un informático en el lado del mal, he encontrado este gif animado de cómo entrar en Windows 95 desde la ayuda de la impresora. Brutal.
No creo que vaya a probarlo, pero ilustra perfectamente que se pueden hacer cosas increíbles con un ordenador simplemente explorando nuevas rutas. Antes era más fácil. Ahora, cuanto más mayor, más miedo da explorar los límites de la máquina por si algo se pierde en el camino. Antes no hacían falta motivos, era una cuestión de curiosidad, ahora empieza a ser por seguridad. Ahora empiezo a asustarme de todo lo que se puede hacer desde cualquier otro ordenador.
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