¿Dónde estás? ¿Por qué te has ido? ¿Acaso no quieres volver a verme? ¿Que te vea? Prefieres convertirme en un fantasma, que el tiempo me erosione con su transparencia. Quieres que me vaya y por eso te has ido, porque no soportas mis palabras ni mi silencio. Porque estás harto y no quieres pagar el pato con los patitos. Lo pagas conmigo, yéndote, no quedándote, siendo tú tan lejos y yo tan cerca que quema y distante.
¿Dónde estás, hombre de hielo?
¿Dónde estás, mujer de fuego?
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