Por ejemplo, en el caso de los alimentos marinos, en cada eslabón de la cadena alimentaria sólo se aprovecha el 10 por 100 de la energía suministrada. Así, se necesitan diez toneladas de fitoplancton para conseguir una tonelada de zooplancton, con lo que se alimentan 100 kilos de peces pequeños, que a su vez permiten a un pez grande, como un atún, aumentar su peso en diez kilos. La persona que se come el atún aprovecha apenas 1 kilo. Y si el pescado se emplea como pienso para el ganado terrestre, como ocurre con un tercio de la pesca mundial, se produce una nueva reducción. ¿Qué nos queda de aquellas diez toneladas de fitoplancton? Un filete de 100 gramos. Por eso, producir alimentos menos transformados ayudaría a reducir el hambre en el mundo."
Fernández Bayo, Ignacio; Álvarez Alaguero, Sherezade; García Molina, Esperanza.
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