viernes, 7 de enero de 2011

Segundo plato

La vela incendia una gota flanqueada por un círculo de luz. La oscuridad le mordisquea los bordes.

- Bésame.

La copa contiene 32 mililitros de vino de la tercera estantería, a la izquierda; expulsado de la botella hace más de cuarenta minutos. No se derrama más que el mantel sobre los muslos de los comensales, sin llegar a caer, retroceder por ninguno de sus extremos. Bocabajo.

- Bésame.

Han ido al hospital. Ha roto aguas a mitad del segundo plato. No han tenido tiempo de recoger la mesa. Una impaciencia perfila los restos de carmín en el cristal, arde una curiosidad inextinguible en el centro del estómago. El frío duerme con los ojos abiertos. Habla un calor de madre.

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