Coltán, sangre en nuestros móviles (
ver en megavideo)
Muchos de estos hombres tienen órdenes internacionales para su arresto. Estos rebeldes son llamados "interahamwe", las milicias Hutus que
masacraron 800.000 Tutsis en Ruanda en 1994. Decenas de miles de Hutus huyeron de Ruanda por temor a represalias de los Tutsis. Entre los que huyeron al Congo estaban los soldados que llevaron a cabo el genocidio.
Hay dos aspectos del problema, el político y el económico. Los políticos suelen ser extranjeros en suelo congoleño, deberían abandonar esta tierra y volver a casa. Están robando a los congoleños. Son los extranjeros quienes se están haciendo ricos.
La mina es en realidad una cantera donde los niños trabajan como esclavos. (No saben para qué se utiliza el coltán). Reciben 10 dólares por recoger una semana de trabajo en la cantera.
"Es como si por darnos recursos naturales el Señor nos ha atrapado. Otros vienen y nos lo quitan. En lugar de mejorar nuestras vidas ellos nos han hecho más infelices". "Cuando una persona está demasiado exhausta para trabajar, le cortan la garganta".
- ¿Quién marca los precios? ¡Vosotros!
Los blancos marcan los precios.
Su pin dice: "
Rebeldes por Cristo". A
Laurent Nkunda, líder de la guerrilla
RCD (República Democrática del Congo,
detenido en enero de 2009, le gusta verse a sí mismo como el líder de los Tutsis del Congo. Él
tiene un poderoso aliado político, el presidente de Ruanda, Paul Kagame. Un Tutsi como él que lo apoya abiertamente en su conflicto contra el ejército congoleño. Nkunda niega toda conexión con el coltán pero reclama controlar toda la actividad económica de la región.
La ONU dio la voz de alarma hace cuatro años sobre las minas. Impuso un embargo de armas y criticó la financiación de rebeliones para la venta de coltán. Una de sus principales fuentes de recursos es la explotación ilegal de recursos naturales. Lo que este político no ha dicho es que tras las guerras se extiende una red de poderosos intereses económicos. "La demanda es tan grande que nadie tiene suficientes recursos para satisfacerla".
- ¿Quién es tu principal socio?
-
Traxis, se suele llamar Sogem. Creo que es un grupo franco-belga o americano.
Desafiando las recomendaciones de la ONU, Traxis sigue comprando coltán congoleño.
Es difícil creer que los investigadores de Traxis inspeccionan minas que incluso las autoridades y los exportadores no osan visitar. "Hoy en día cuando compras una remesa es imposible conocer a toda la gente implicada. Tú conoces como de larga es la cadena".
Mucho del coltán extraído en el Congo va a parar a China, 500 millones de teléfonos móviles se producen allí cada año. La mitad de todos los teléfonos móviles. "Los fabricantes de China suelen ser empresas subsidiarias de compañías occidentales.
Nosotros somos los chinos. Es una economía global".
En conversaciones con directores de compañías telefónicas, nunca estuvieron preparados para mostrar evidencias de que se realizan controles efectivos (para evitar comprar el mineral extraído de zonas conflictivas).
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¿Cuánto pesa el progreso?
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