miércoles, 8 de septiembre de 2010
Riñón
"Básicamente, consiste en dos cartuchos: por un lado, miles de nanofiltros situados en un “BioCartucho”, el cual elimina las toxinas de la sangre. Por otro lado, el “HemoCartucho”, un biorreactor hecho de pequeñas celdas tubulares que imitarán las funciones metabólicas y equilibradoras del agua. El sistema utilizará la presión arterial del paciente para llevar a cabo la filtración, sin necesidad de bombas adicionales."
No, la utilidad más importante de este invento no es saber por fin cuánto vale un riñón...
Todo apunta a que, como una infinidad de películas de ciencia ficción predecían (o influían), terminaremos siendo cyborgs mitad humanos mitad máquinas, quizás así seamos capaces de llegar hasta los 200 años de edad, o mejor dicho, hasta donde llegue nuestro cerebro.
Nos encontramos en el cruce de siempre, el que creo que nunca podré contestar por muchas entradas que escriba o por muchos riñones artificiales que me implanten... ¿cuál es el precio de aumentar la esperanza de vida?
Todo tiene un precio, y no lo digo yo, lo dice la segunda ley de la termodinámica.
Como curiosidad, a continuación podéis ver un estudio sobre la evolución cronológica del transplante renal en España, quizás a alguien pueda resultarle útil y/o interesante.
evolución cronológica del transplante renal en España
Más información sobre el aparatito en Science Daily.
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