lunes, 5 de julio de 2010

Depresión

Esta mañana ha tocado ir al médico.

Tengo que reconocer que por suerte no me he aprendido el nombre de ninguno de mis médicos, no ha sido necesario. Por ahora no he pasado ni una noche en una cama de hospital ni me han tenido que entubar ni me he partido ningún hueso. Sólo esguinces y alergia a los mosquitos. En Madrid me paso casi todo el invierno moqueando, de pequeño tuve bronquitis asmática y soy de gastar pañuelos. Detalles al fin y al cabo. Con el tiempo imagino que los huesos irán perdiendo fortaleza y los músculos se irán encogiendo.

A largo plazo me preocupan más las enfermedades psicológicas, perdón, quería decir la tristeza, eufemísticamente conocida como depresión: esa enfermedad mental que utilizaré como excusa cuando esté demasiado triste como para trabajar.

Aunque pretenda quitarle seriedad al asunto, me preocupa un poco la, a mi juicio, excesiva atención que se le presta. Google es capaz de encontrar 5.260.000 resultados de todo tipo, desde monografías, tests, "trucos" para superarla... y cifras, muchas cifras:

Uno de cada diez papás sufre depresión pre o postparto, uno de cada diez adolescentes padece depresión, uno de cada cuatro pacientes con cáncer presentan ansiedad o depresión, uno de cada tres escolares sufre de depresión, uno de cada cinco profesores ha estado de baja por depresión,... pareciera que todas esas cifras sólo se refieren a uno...

¿Pero cómo se diferencia entre una depresión y tristeza? El siguiente vídeo es un chiste:



En teoría, si respondemos afirmativamente a siete de las veinte preguntas que presenta el especialista, "seguramente los neurotransmisores a nivel de cerebro están disregulados", tenemos depresión, pero seamos sinceros; ¿qué tiene que ver la depresión con los dolores de cabeza (así, sin más) o una mala digestión sólo sufragable a base de toneladas de kiwi y granitos de fibra? ¿A qué se refiere "pensar con claridad"? ¿Incluye a políticos?; ¿disfruta los 30 días del mes de su trabajo? Seamos sinceros... se llama trabajo... (véase su etimología)

Con cosas así, normal que uno se deprima...

No hay comentarios:

Publicar un comentario