(Gracias Patri)
Desde hace no demasiado, se están incorporando al diseño de las nuevas tecnologías soluciones al deterioro del medio ambiente y el ahorro de energía. Normalmente ambos objetivos van cogidos de la mano, normalmente porque se trata de estrategias útiles en sectores económicos que generan productos de larga vida útil. Para entender esto mucho mejor, recomiendo ver el documental sobre obsolescencia programada.
En todo caso, la mejor opción es diseñar mecanismos autómatas, esto es, que funcionen por sí mismos. Leonardo Da Vinci diseñó un automóvil con un mecanismo de muelles (página 7) que era capaz de mantenerse funcionando durante un trayecto de más de 15 metros, de forma continua. Aún así, las leyes de la termodinámica parecen lapidarias al respecto, alguien tiene que darle su primer impulso.
En todo caso, si tenemos en cuenta que el mayor coste energético siempre se produce en el inicio del movimiento (la inercia ayuda en el resto de trayecto), el medio de transporte más eficaz es aquel que se ahorra eso, las paradas.
Este tren bala sin paradas, híbrido y capaz de alcanzar los 200 km/hora (el récord mundial lo tiene otro tren chino: 486 km/h), ha sido diseñado por el investigador Chen Jianjun y disminuye el tiempo de su trayecto en 2 horas y media (los 5 minutos por cada una de las 30 estaciones de su recorrido).
Es un mecanismo simple: lleva incorporada una cabina a su parte superior que se sustituye en cada parada, cuando el tren disminuye su velocidad. Eso sí, no espera a nadie.
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