Este verano los incendios no parecen haber decidido instalarse en nuestro país con demasiada fuerza. Gracias a todos los que lo han hecho posible.
Sin embargo, durante este verano hemos podido ver en la televisión los incendios en el oeste de Rusia, el este de Siberia, el oeste de Canadá y, el más reciente, en Portugal.
En Rusia incluso fue necesario recolocar el armamento nuclear para evitar riesgos y se dijo que se podían escapar algunas partículas radioactivas de Chernóbil. Moscú ha sido invadida por el humo.
Pero algo más ha pasado, más arriba.
Estos incendios han provocado la emisión de una gran cantidad de monóxido de carbono a la atmósfera. El monóxido de carbono es un ingrediente en la producción de ozono a nivel del suelo, lo que provoca numerosos problemas respiratorios.
En el siguiente vídeo, producido por la NASA gracias a los datos de la Sonda Infrarroja Atmosférica (AIRS), un instrumento del satélite espacial Aqua de la NASA; podemos ver la expansión de este gas en la atmósfera desde Moscú y desde el Polo Norte. La imagen muestra la concentración de monóxido de carbono a una altura de 5,5 kilometros, con su transporte global.
No hay comentarios:
Publicar un comentario